"Mother of The Sea", un documental por nuestro Amigo Karün Alfredo Pourailly

Todos somos naturaleza
¿Te has preguntado qué tienen en común Groenlandia y el Cabo de Hornos? Esta pregunta es respondida en el documental "The Mother of The Sea" de nuestro amigo Karün Alfredo Pourailly. Entra a nuestro blog para ver el documental y saber un poco más...

¿Te has preguntado qué tienen en común Groenlandia y el Cabo de Hornos? Separados por más de 13.000 kilómetros, con algunas de las locaciones prístinas del mundo, pero lamentablemente unidos por las consecuencias que ha dejado la industria pesquera en su territorio. De esto trata el documental "The Mother of The Sea" de nuestro amigo Karün Alfredo Pourailly, una producción que lo llevó a visitar y contrastar la naturaleza y cultura de Groenlandia y el Cabo de Hornos, territorios alejados e inhóspitos que comparten una misma problemática.

Lee a continuación las experiencias y aprendizajes que nuestro Amigo Karün conoció durante la producción de este documental.

 

Alfredo_Pourailly_Blog_Karun_1  Por: Alfredo Pourailly

"Cabo de Hornos, Tierra del Fuego, Groenlandia y el Ártico han sido lugares que siempre han cautivado mi atención. "Existen lugares mágicos en los mapas que me gustaría conocer", recuerdo que me dijo un navegante francés cuando navegábamos frente al desconocido Faro Evangelistas, una pequeña construcción sobre un peñasco de roca en la boca occidental del Estrecho de Magallanes. A bordo del velero “Podorange” este navegante francés que había dado la vuelta al mundo, aún soñaba con seguir conociendo esos lugares mágicos que despiertan una pasión y un impulso que nos mueve a ir tras ellos. Su lista incluía Alaska, el Estrecho de Bering, Zanzibar, Tierra del Fuego, Groenlandia y algunos más.

Ese impulso por conocer, por estar, por sentir esos lugares lejanos me ha llevado a viajar durante los últimos 10 años por la Patagonia austral. En los extremos del mapa, donde aparentemente termina o empieza el mundo, un sin fin de islas con las más extrañas figuras esconden infinitos paisajes que ni en una vida entera podrían conocerse. Y dentro de ese gigantesco y magnético territorio la isla Navarino o Wulla, en lengua Yagan, se ha transformado en mi lugar mágico por excelencia. Sobre la costa sur del Canal Beagle (Onashaga) se levanta el tranquilo pueblo de Puerto Williams (Upushwea). A los pies de los Dientes de Navarino y mirando las hermosas cumbres de Cordillera Darwin, desde hace miles de años habitan los Yaganes. Con su cultura nómada y marítima recorrieron las costas de estas latitudes, viviendo de forma sustentable con su entorno. Sin embargo, la llegada de la cultura occidental, que trajo consigo la globalización, vino a transformar la forma de vida tradicional de los Yaganes. Contra viento y marea, han visto como su libertad para navegar los canales australes ha sido privada por las leyes del Estado Chileno, pero a pesar de ello, jamás se han alejado del mar, elemento fundamental de su cultura. Hoy el pueblo Yagan sigue vivo, principalmente en Puerto Williams, cohabitando con los desafíos de la globalización y enfrentando el desarrollo basado en el crecimiento económico industrial.

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Fotos: Alfredo Pourailly

Durante el año 2018 la comunidad Yagan y un grupo de vecinos de Puerto Williams se opuso a la instalación de la industria salmonera en el Canal Beagle. Con una concesión ya instalada y pronta a iniciar sus operaciones, un grupo humano convencido del valor medioambiental y social del océano para la comunidad logró vencer los intereses económicos tradicionales y tras un intenso trabajo comunicacional y jurídico, lograron frenar algo que parecía inminente. Así, este paraíso natural en los confines del mundo, seguirá de momento resguardado de una industria que ha demostrado ser nociva en otros lugares del país. Afortunadamente la comunidad yagan y local ha tomado la batuta y no descansarán en proteger su hogar ancestral.

Cuando toda esta crisis ambiental sucedía en el Canal Beagle, quise colaborar con el movimiento e hicimos en conjunto con la comunidad Yagan y de vecinos de Puerto Williams un video que visibilizaba y mostraba la importancia de proteger el mar austral de la Patagonia. Gracias a David Alday Chiguay, presidente de la comunidad Yagan en ese entonces y a Constanza Portus, vecina de Puerto Williams, producimos un pequeño video que mostraba las bellezas naturales de la zona y los relatos de algunos miembros de la comunidad. Esto, sin saberlo, fue el inicio de un proyecto que terminaría conectando dos de mis lugares mágicos, separados por más de 13.000 kilómetros de distancia.

Cuando terminábamos aquél video, me surgió la posibilidad de viajar a Groenlandia. Siempre había querido ir, pero muy caro pensaba. Hace años me rondaba la idea de hacer un proyecto que me permitiese conectar Tierra del Fuego con el Ártico. El 2015 había viajado a Svalbard, pero la idea no terminó de cuajar. En esta oportunidad, gracias a un premio de The Explorers Club de Nueva York tenía la posibilidad de viajar desde Islandia a Groenlandia y tener una primera experiencia en este territorio. El propósito era generar un corto documental que conectará de alguna forma estos dos sitios tan lejanos en el mapa.

La idea era difusa. Sabía que tenía que ser algo que conectará con la crisis medioambiental de las salmoneras en el Canal Beagle, pero no tenía la claridad de cómo lo iba a lograr. Mientras navegábamos por los fiordos de Groenlandia, de una belleza impactante, y que sin dudas hacía honor a su título de lugar mágico, escuché el mito de "The Mother of The Sea". Una historia cruda del pueblo Inuit que cuenta cómo una joven mujer se transforma en la madre del océano, responsable de cuidar a los mamíferos del mar. Cuándo las personas no respetan la naturaleza, no respetan a los animales y no se respetan a sí mismos, "The Mother of The Sea" se enoja y su pelo crece y atrapa a todos los animales, dejando sin comida a todo el mundo. Un chamán deberá dejar su cuerpo y volar hasta las profundidades del mar para cortar su pelo y liberar a los animales para que las personas puedan comer nuevamente.

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Fotos: Alfredo Pourailly

Al escuchar esa historia se hacía evidente que era una gran metáfora para los tiempos actuales donde el desarrollo económico nos lleva a querer siempre más, olvidando la importancia de respetar nuestro entorno, nuestro hogar. Así surgió este cortometraje "The Mother of The Sea", trabajo que espero sea un primer acercamiento a este cruce de lugares mágicos. Dentro de mis proyectos futuros esta producir un largometraje documental que profundicé en historias más personales en ambos lugares. Una película que nos lleve a navegar por las historias del pueblo Yagan y del pueblo Inuit, construyendo un relato que ponga en valor el cuidado de la naturaleza y que reflexione ante los desafíos medioambientales que vivimos como sociedad.

El impulso de visitar estos lugares mágicos creo que tiene que ver con la necesidad de trasladarme a un espacio donde las proporciones del ser humano se perciben de una forma distinta. Un espacio más básico y esencial, donde sentirte pequeño en la inmensidad del paisaje se transforma en una experiencia reveladora. Un espacio donde la naturaleza y sus procesos son quienes configuran la experiencia vital.

Espero que el documental los invite a viajar a los confines del mundo y que sirva para dar a conocer parte de la realidad socio-ambiental del sur austral de Chile. Es importante cuidar estos lugares mágicos para que el mundo siga teniendo su maravillosa diversidad de paisajes y culturas".

Documental The Mother of The Sea

Y para complementar este relato de nuestro Amigo Karün, Alfredo Pourailly, tenemos en exclusiva el documental para que puedas verlo: ¡que lo disfrutes! (Gracias a https://www.55surmedia.com/ por los derechos).

The mother of the sea (La madre del océano) from 55 SUR media on Vimeo.

Si tienes preguntas o sugerencias puedes escribirnos directamente a info@karunworld.com o contactarnos AQUÍ.