Conoce los principales árboles nativos chilenos
El roble, coihue y lenga son algunas de las especies que dan vida a nuestros bosques sureños.
Si hay algo que destacar de Chile es su variada flora y fauna que cambia de norte a sur, gracias a los diversos climas de este largo y angosto país. Porque si en el norte los árboles crecen en medio del calor y árido desierto del altiplano, en el sur los bosques se repletan de vegetación gracias a las interminables lluvias que lo caracterizan.
La naturaleza chilena es especial y parte de nuestra historia se ha formado a través de ella, por lo mismo al igual que nuestros antepasados, debemos conocer los árboles que existen en esta tierra desde antes que nosotros, que también nos hablan de lo que somos y nuestra cultura.
“Quien no conoce el bosque chileno no conoce este planeta” dijo Pablo Neruda y como cada una de las 75 especies de árboles en Chile cumple una función en preservar nuestro entorno y el medio ambiente, te detallamos los 3 principales que dan forma a los bosques nativos de nuestro país, que se concentran principalmente en el sur:
El roble chileno, es un árbol nativo de los bosques subantárticos de Chile que crece desde la V a la X región. Esta especie puede alcanzar los 40 metros de altura y 2 metros de diámetro, y su tronco de color café oscuro se va llenando de grietas irregulares a medida que pasa el tiempo. Se caracteriza por tener una corteza gruesa al igual que sus ramas, mientras que cuando es joven su corteza es lisa de color gris. El fruto del roble es la bellota, que se utiliza para alimento de ganado.
El roble forma bosques de gran riqueza biológica y es un árbol amante de la luz. Puede llegar a vivir 1.200 años y es un árbol que resiste a la contaminación del aire, por lo que muchas veces se planta en ciudades como en parques y jardines.
Su madera se destaca por su durabilidad y resistencia y hasta para el vino se recomienda que este madure en una barrica de roble. No por nada existe el dicho popular “más fuerte que el roble” que refleja la nobleza de este árbol.
El coigûe o coihue crece en suelos muy húmedos casi pantanosos como en la isla de Chiloé donde esta especie es común de encontrar, pero también crece desde la zona del Maule hasta los islotes australes (desde la VII a la XII región), formando bosques puros.
Este árbol se caracteriza por ser alto y frondoso, de hecho, puede llegar a medir 40 metros de altura y su tronco 4 metros de diámetro. La madera de este árbol es dura y resistente, muy parecida a la del roble, solo que esta es de color blanco amarillento y su tronco recto. En la cultura popular de la isla de Chiloé se cree que cuando las hojas del coigûe comienzan a caer, significa que habrá mal tiempo.
La lenga o también conocido como roble de Tierra del Fuego, es una especie propia del bosque andino patagónico, como los bosques de Aysén y crece desde la región del Maule hasta Magallanes (desde la VII a la XII región), ya que soporta los climas fríos de la montaña, la nieve y se adapta a ambientes con abundante lluvia y suelos pobres. De hecho es uno de los árboles que alcanza las partes más altas de la cordillera andina, dando forma a los bosques más australes del mundo.
Su altura puede variar dependiendo la zona en la que se desarrolla, ya que puede formar matorrales con troncos retorcidos como arbustos de no más de 2,5 metros hasta llegar a los 30 metros de altura, mientras que su tronco mide 1,5 metros de diámetro. La corteza es delgada de color gris oscura mientras que su madera se destaca por su dureza. La belleza de este árbol se aprecia aún más en otoño cuando los bosques nativos pasan del amarillo al rojo intenso por las hojas de este árbol.
Esta especie se encuentra protegida y, de hecho, la Conaf estableció una norma (aplicable para la mayoría de las especies) que por cada lenga que se corte se deben plantar cinco más.