La red detrás del strap
Como en la vida, todxs necesitamos sentirnos segurxs, incluso los anteojos.
Es por esto que creamos los straps perfectos para no arriesgar ningún tipo de accidente.
A través de toda una comunidad de mujeres nuestros straps buscan poner en valor el trabajo artesanal y articular una red de apoyo, liderazgo y emprendimiento a través de un producto funcional y de calidad. Para que te sientas segurx no solo de tus anteojos sino también de por quién y cómo fueron hechos los straps que los sostienen.
¿Cómo son nuestros straps?
Son tejidos hechos a mano con algodones naturales que son trenzados y anudados por las artesanas. En otras palabras, hilos de colores entrelazados que permiten creaciones y combinaciones de colores únicas, hechos con materiales que permiten sujetar y resistir diversas condiciones.
Para facilitar el trenzado incorporamos la técnica telar Kumihimo 4 hilos. Telar Kumihimo es una técnica tradicional japonesa de trenzado de hilos que gracias a una pieza redonda con números permite trenzar de manera más consistente, eficiente y cómoda. Dando como resultado un trenzado más resistente y homogéneo.
Los straps están manufacturados por artesanas con un trenzado de hilo de algodón, retazos de cuero y remaches fabricados con metal reciclado.
¿Quiénes están detrás de este trabajo?
8 mujeres
Gloria en Cochamó, Ana María, Gladys, Olga, Edith, Miriam, Claudia y la Pame desde Santiago
En Cochamó
Gloria Barría es parte de nuestra red de emprendedorxs en la comuna de Cochamó. Ella busca rescatar el trabajo manual y tradicional de la zona.
Su principal fuente de ingreso es a través de la artesanía. Gloria trabaja con lana local, confecciona pantuflas, gorros y chalecos que comercializa en la comuna. Hoy la creación de straps le permite recibir un ingreso extra para reinvertir en su propio emprendimiento.
Desde su casa, Gloria crea 4 straps al día, haciéndose cargo de todo el proceso de creación, desde el tejido a las terminaciones, que luego envía a Santiago para la comercialización.
El taller de las 7
3 días a la semana se juntan en la casa de la Pame en donde tienen su taller para trabajar, el resto de la semana cada una trabaja por su lado ya que los straps son un complemento a sus ingresos.
Las tareas son claras:
Ana Maria, dueña de casa, es jefa de taller y administra los insumos, control de calidad y packaging.
Edith, dueña de casa y Miriam, asistente de educación, están dedicadas plenamente al proceso de tejido.
Pamela, podóloga, perfora los cueros y los deja listos para que el equipo realice las terminaciones.
Gladys cuida adultos mayores, Claudia, peluquera y Olga, dueña de casa, se encargan de poner la pieza de ajuste en el strap y su etiqueta.
Juntas producen 500 straps al mes y cada una utiliza la producción de straps como un complemento a sus trabajos.
La red
Las personas con las que colaboramos forman parte de una red que se va fortaleciendo a medida que más actores se suman. Con los straps son artesanas, vinculadas a empresas, fortaleciendo sus propios emprendimientos para generar un impacto positivo. Creemos que mientras más personas, empresas y organizaciones se unan en proyectos comunes en pos de la naturaleza, podremos generar un cambio real. Proteger realmente la naturaleza y cambiar la forma en que vemos el mundo.