Qúe, cómo y dónde comprar sustentable. Fran Amenábar - @loquemaspuedo

Todos somos naturaleza
Ahondar en la crisis socioambiental puede ser redundante, no es novedad que la humanidad ha puesto en jaque su propia existencia en la Tierra. En 1970 fue el último año en que no generamos un sobregiro ambiental

Ahondar en la crisis socioambiental puede ser redundante, no es novedad que la humanidad ha puesto en jaque su propia existencia en la Tierra. En 1970 fue el último año en que no generamos un sobregiro ambiental, respetando la biocapacidad planetaria. A partir de 1971, este sobregiro ha ido en aumento llevándonos a necesitar 1,7 planetas Tierra para responder al estilo de vida actual. Una situación totalmente insostenible: no va a dejar de existir nuestro planeta, sino que la vida como la conocemos.


Frente a este escenario, muchas personas hemos optado por llevar un estilo de vida más sustentable. Si bien hay una dirección, el camino se va haciendo en este transitar, en la medida que hay más conciencia y se van tomando acciones a nivel individual como colectivo (ciudadanía, instituciones públicas, privadas, con o sin fines de lucro). 


Las “R” son parte de estas acciones, siendo las más populares reducir, reutilizar y reciclar, aunque podemos agregar tantas como queramos mientras nos ayuden a darle sentido a este transitar. Una de mis favoritas es el repensar, el ajetreo de la vida diaria nos impide darnos el tiempo necesario para tomar decisiones sencillas como lo que vamos a comer en la semana, si realmente necesitamos una nueva polera para el verano o de qué manera nos vamos a trasladar de un punto a otro en la ciudad.


Por ello, uno de los pasos que debemos incluir para reducir nuestra huella ambiental, es repensar aquellas decisiones que habitualmente tomamos cuando nos enfrentamos al dilema de qué, cómo y dónde comprar. Entonces algunas de las preguntas que corresponde hacer son ¿realmente lo necesito? ¿Me servirá por un largo periodo de tiempo o lo usaré a menudo? ¿Tengo algo que ya cumpla esa función, podré pedirlo prestado o arrendar? ¿De qué está hecho? ¿podré repararlo, retornarlo o repararlo en caso que lo necesite? 


Las respuestas que obtengamos nos permitirán hacer un filtro de aquellos productos o servicios que pensábamos que necesitamos y finalmente nos damos cuenta que podemos prescindir de ellos. Además  comenzamos a evaluar los impactos que puede tener una decisión de compra a nivel social, ambiental y económico. 


En el caso de quienes usamos anteojos de sol u ópticos, cada un año o un poco más, necesitamos cambiarlos porque están rayados, dañados o se modificó nuestra graduación óptica. Tal como mencionaba recién, quizás sin siquiera cuestionar, vamos a la misma óptica de siempre a buscar el nuevo reemplazo. Sin embargo, si aplicamos la “R”, deberíamos repensar y volver a considerar algunas variables que nos podrían llevar a tomar una mejor decisión.


De este modo, los anteojos Karün resuelven el dilema, ofreciendo marcos para lentes de sol y ópticos que cuentan con atributos únicos. Además de ser de alta calidad y contar con múltiples diseños para cada rostro, son fabricados con materiales reciclados (redes de pesca, metales y otros tipos de nylon), los cuales son recopilados por recolectores del Valle de Cochamó y los venden a la marca para usarlo como materia prima. A su vez, Karün trabaja en conjunto con los recolectores y otros emprendedores de la zona los cuales llaman Líderes de Impacto capacitándolos en el desarrollo de sus emprendimientos personales para fortalecer el capital social y económico del valle y así no dependan de la existencia de desechos para generar ingresos.  


Además, a modo de potenciar la transparencia con sus clientes, cada anteojo cuenta con un código que puede ser ingresado en la web https://trace.karuneyewear.com/ para conocer su trazabilidad: así ustedes conocer quién, cómo y dónde fue recolectada la materia prima y el recorrido que hizo cada anteojo hasta llegar a tus manos. 


Por último, cuando lleguen al final de su vida útil no tendrás que preguntarte qué hacer con los anteojos, ¡porque puedes devolverlos en las tiendas Karün! De este modo serán reciclados para crear nuevos anteojos y tú te llevas un porcentaje de descuento para tu siguiente compra.


Por último, me gustaría destacar que los anteojos Karün tienen aproximadamente un 50% menos de emisiones de carbono comparado a otras marcas de la categoría y atributos que lo hacen una excelente elección si estás buscando un producto más sustentable.